jueves, 10 de marzo de 2016

EMBARAZO ECTOPICO



¿Qué es un embarazo ectópico?

Si un óvulo fecundado se implanta fuera del útero se denomina embarazo ectópico o extrauterino. Se da en uno de cada 50 embarazos. No hay forma de trasplantar un embarazo ectópico (que significa literalmente “que se produce fuera del lugar”) dentro del útero. Es por ello que la única solución es poner fin al embarazo.

Aunque existen algunos factores de riesgo, el embarazo ectópico le puede ocurrir a cualquier mujer. Y debido a que es potencialmente peligroso, es importante reconocer las primeras señales y recibir tratamiento lo más pronto posible.

¿Cómo sucede?
Después de la concepción, el óvulo fecundado desciende por la trompa de Falopio en dirección hacia el útero. Si la trompa se encuentra dañada u obstruida y no permite que el óvulo se dirija hacia el útero, este puede implantarse en la trompa y continuar desarrollándose allí.
Debido a que la gran mayoría de los embarazos ectópicos tienen lugar en una de las trompas de Falopio, frecuentemente se los llama embarazos “tubáricos”. Con mucha menos frecuencia, el óvulo se implanta en uno de los ovarios en el cuello del útero directamente en el abdomen o incluso en la cicatriz de una cesarea.

Es también posible que una mujer tenga un embarazo normal en el útero y al mismo tiempo un embarazo ectópico. A esto se lo llama embarazo heterotópico y es bastante raro. Este sucede en uno de cada 4.000 embarazos.

Si no se detecta ni trata un embarazo extrauterino, el embrión podría crecer hasta provocar la ruptura de la trompa de Falopio, lo que causará intenso dolor abdominal y hemorragia. Es posible que esto ocasione daños permanentes a la trompa o hasta su pérdida, y si provoca una hemorragia interna muy fuerte, que no recibe tratamiento de inmediato, puede incluso conducir a la muerte. Es por ello que una detección temprana, un tratamiento adecuado y el cuidado posterior son fundamentales.

¿Cuáles son los riesgo de tener un embarazo ectópico?
Cualquier mujer puede tener un embarazo ectópico, pero ciertas mujeres corren más riesgo que otras. Un factor común es haber tenido una condición o cirugía que haya dañado las trompas de Falopio, incluyendo las siguientes:

·         Te han operado de las trompas de Falopio para corregir un problema o para revertir una ligadura de trompas (esterilización quirúrgica). Tu riesgo también es mayor, aunque en una escala mucho menor, si has tenido otras cirugías pélvicas o abdominales. En el raro caso de que una mujer quede embarazada después de que le hayan hecho una ligadura de trompas, la posibilidad de que tenga un embarazo ectópico es del 25 al 50 por ciento.

·         Ya has tenido un embarazo ectópico. Después de haber tenido un embarazo ectópico, la posibilidad de tener otro es de uno en 10 embarazos. Y si has tenido dos o más embarazos ectópicos, las probabilidades de tener otro son por lo menos uno de cada cuatro embarazos.
·         Tienes una infección en tu aparato reproductor superior (lo que se conoce como enfermedad pélvica inflamatoria). La enfermedad pélvica inflamatoria es frecuentemente causada por infecciones de transmisión sexual no tratadas, como la gonorrea o la clamidia.

A veces no se presenta ningún síntoma, así que el haber padecido una de estas infecciones de transmisión sexual también aumenta el riesgo de un embarazo ectópico, aun si no piensas que has tenido una enfermedad pélvica inflamatoria.

El haber tenido múltiples parejas sexuales también incrementa tu riesgo, porque eso aumenta las posibilidades de que hayas tenido una infección de transmisión sexual o una enfermedad pélvica inflamatoria.


·         Problemas de infertilidad. La infertilidad frecuentemente se debe a trompas dañadas, y si quedas embarazada durante un tratamiento contra la infertilidad, existe una probabilidad más alta de que sea un embarazo ectópico.

·         Una condición ginecológica llamada endometriosis podría causar tejido cicatricial que afecta las trompas de Falopio, lo que incrementa el riesgo de embarazo ectópico.

¿Cómo se diagnostica el embarazo ectópico?
Puede resultar difícil diagnosticarlo. Si los síntomas sugieren que tienes este tipo de embarazo, tu médico te hará primero un ultrasonido así como un análisis de sangre de confirmar el diagnóstico:


·         Un análisis de sangre para verificar el nivel de la gonadotropina coriónica humana (hCG), una hormona producida durante el embarazo. Si está bastante alta como para sugerir que hay embarazo, pero no lo suficiente para la etapa en que te encuentras, puede tratarse de un embarazo ectópico.

Si no tienes dolores y todavía existen dudas respecto al diagnóstico, seguramente te repitan la prueba a los dos o tres días. Si el nivel de hCG no aumenta como debería, probablemente signifique que tienes un embarazo ectópico o un alto riesgo de aborto natural de un embarazo normal (implantado en el útero).


·         Una ecografía para examinar el útero y las trompas de Falopio. Si el técnico que realiza la ecografía puede distinguir un embrión en la trompa de Falopio, no hay dudas de que tienes un embarazo ectópico. Pero en la mayoría de los casos, el embrión habrá muerto al principio del proceso y será demasiado pequeño para que lo encuentre el técnico. En cambio, tal vez note que una trompa está inflamada y vea coágulos y tejidos que hayan quedado del embrión.

El técnico además comprobará si se ha desarrollado un embarazo en el útero. Si el resultado de la prueba de embarazo da positivo, pero no se puede encontrar el embrión (o evidencias de un embrión), es posible que tengas un embarazo ectópico, pero también puede ser que el embarazo esté en sus primeras etapas o que hayas sufrido un aborto natural.

Mientras no tengas dolores, el médico continuará haciéndote controles rigurosos a través de análisis de hormonas y ultrasonidos hasta que pueda confirmar el diagnóstico o los síntomas se vuelvan más intensos.

Si el diagnóstico no determina si se ha producido o no un aborto espontáneo o si tu embarazo es ectópico, tu doctor quizás te haga un procedimiento quirúrgico llamado dilatación y legrado (D&C por sus siglas en inglés) para examinar y extraer algún tejido que pueda haber en tu útero. También te podría examinar las trompas de Falopio a través de una cirugía laparoscópica. Para este último procedimiento te harán una pequeña incisión para colocarte una diminuta cámara dentro del abdomen.

¿Cómo se trata el embarazo ectópico?
Eso depende de la claridad del diagnóstico, del tamaño del embrión y de las técnicas disponibles.

Si el embarazo es sin dudas ectópico y el embrión es aún relativamente pequeño, pueden administrarte el medicamento metotrexato. Este se inyecta intramuscularmente y llega hasta el embrión a través del torrente sanguíneo, y allí interrumpe el embarazo al impedir el crecimiento de las células de la placenta. (Con el tiempo, el pequeño embrión es reabsorbido por el cuerpo).

A medida que el medicamento comienza a hacer efecto puedes presentar retortijones o dolores abdominales y posiblemente náuseas, vómitos y diarrea.

Tendrás que evitar el alcohol y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como por ejemplo ibuprofeno, aspirina y naproxeno. Asimismo, deberás evitar cualquier tipo de multivitaminas o suplementos que contengan ácido fólico, ya que pueden interferir con la acción del metotrexato. También necesitas evitar las actividades rigurosas, la luz del sol y las relaciones sexuales por un tiempo.

Después necesitarás realizarte nuevos análisis de sangre para examinar el nivel de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), para asegurarte de que el embarazo ectópico realmente haya terminado. Estos análisis continuarán hasta que los niveles de hCG lleguen a cero, lo que por lo regular toma unas cuantas semanas.

Si sientes cualquier indicio de ruptura de trompa (como fuertes dolores abdominales, dolor en los hombros, o hemorragias intensas) o signos de shock (como pulso débil, acelerado; piel pálida, sudorosa; y mareos o desmayos), llama al 911 de inmediato si vives en Estados Unidos o a tu número local de emergencias.

Si el embarazo ya está muy avanzado como para que tomes metotrexato, tienes dolores intensos o hemorragias internas, estás en el periodo de lactancia o tienes determinada enfermedad que hace que la medicación no sea una buena opción, necesitarás someterte a una cirugía. (Si tienes hemorragias intensas puede ser que además necesites una transfusión de sangre).

Si presentas un cuadro clínico estable y el embrión es lo suficientemente pequeño, puede extraerse a través de un procedimiento denominado cirugía laparoscópica: un obstetra o ginecóloga examina las trompas con una pequeña cámara que se introduce a través de un minúsculo corte en el ombligo y por lo general logra extraer el embrión o restos de tejido y a la vez conserva intacta la trompa. (Sin embargo, si la trompa ha sufrido mucho daño o tienes hemorragias intensas, puede ser necesario extirparla).

La cirugía laparoscópica requiere de anestesia general, equipos especiales y un cirujano especializado, y necesitarás alrededor de una semana para recuperarte.

Al igual que sucede con los tratamientos que consisten en medicamentos, deberás hacerte una serie de análisis de sangre después de la cirugía para monitorear tus niveles de hCG. A través de estos se puede verificar si el embarazo ectópico se ha removido por completo. Recuerda que estos análisis continuarán hasta que los niveles de hCG lleguen a cero, lo que por lo regular toma unas cuantas semanas.

En algunos casos, por ejemplo, si tienes mucho tejido cicatricial en el abdomen, hemorragias intensas o el embrión es demasiado grande, puede no resultar posible u oportuno utilizar tecnología laparoscópica.
















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